Este es el desorbitado coste de fabricación de los camiones eléctricos

[JuanC]

Los camiones eléctricos siguen queriendo ser una baza importante de cara al transporte de mercancías como vehículos profesionales de cara al futuro. Su mayor problema, más allá de los todavía escasos puntos de recarga y unas baterías que no son del agrado de todo el mundo, son tan bien sus altísimos costes de fabricación que tienen. Ahora bien; ¿por qué es así y qué comparativa tienen con el coche electrificado?

El gran problema de los camiones eléctricos​

¿Recuerdas la última vez que recibiste o enviaste un paquete por correo? Con toda seguridad, ese paquete fue llevado en un camión junto a otros cientos de bultos que recorren a diario nuestras carreteras. En realidad, decenas de miles de camiones lo hacen a diario, cruzando España, Europa y el mundo de punta a punta.

Por eso, la revolución de los camiones eléctricos desata el interés de las grandes compañías, como Tesla o Mercedes Benz. El desarrollo de los camiones eléctricos puede suponer un auténtico punto de inflexión en el transporte por carretera, un cambio de modelo hacia un futuro mucho más sostenible.

De ahí que este tipo de vehículos profesionales se dirijan hacia el futuro de esta movilidad. Sin embargo, lo cierto es que, por el momento, lo que se conoce es que este tipo de camiones eléctricos tienen varios problemas a hacer frente, sobre todo si se les quiere comparar con sus homólogos de combustión. Y su dificultad no solo radica en sus baterías, que también, sino en los elevados costes que estos conllevan.

Son cada vez más competitivos​

El sector del transporte genera aproximadamente una cuarta parte de las emisiones globales de carbono, lo que lo convierte en un objetivo clave de las estrategias de descarbonización, junto con la calefacción y la generación de electricidad. Con todo, a menudo se asume que los camiones eléctricos de carga pesada que funcionan con baterías tienen un papel limitado que desempeñar en estas estrategias.

Esto sería debido a la incompatibilidad de la conducción de larga distancia con el alto uso de energía y el alto costo de las baterías asociadas con estos vehículos. Pero nada más lejos. Según un estudio de SEI, que evaluó los costos, el consumo de energía y la masa de la batería, el despliegue de una infraestructura de recarga rápida como la requerida para los vehículos eléctricos personales podría reducir drásticamente el rango requerido.

Esto haría que la electrificación generalizada de los camiones sea mucho más realista. Eso nos lleva al mismo tiempo a señalar que este tipo de camiones son cada vez más competitivos en un sector más que importante. El motivo claro de ello son los continuos avances que se están materializando en cuanto a sus tecnologías.

Los costes de fabricación siguen siendo altos​

Como tal, su principal competencia son actualmente los que lo hacen en base a su combustible diésel. Sin embargo, los últimos estudios también señalan que estos se ven bastante atrás al respecto debido a sus costes de fabricación. En términos de precio por kilómetro, estos camiones todavía están por detrás de los más tradicionales.

Así, y según señala el Instituto de Tecnología de Procesos y Energía de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena, actualmente son alrededor de tres veces más caros de fabricar y operar que un camión diésel, pero del que todavía sigue habiendo mucho potencial de optimización sobre los mismos.

Asimismo, y aunque sus autonomías suelen ser grandes (entorno a los 700 km) la principal adversidad con la que se encuentran en la actualidad este tipo de soluciones es el coste de las baterías. Pero a medida que se vaya recortando este coste, al tiempo que se mejore la densidad energética, el coste total de propiedad de los camiones eléctricos irá reduciéndose.

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