Pensareis que los que aquí os contamos cosas del mundo del motor estamos siempre motivados. Estos últimos días estoy probando dos scooter de 125, pronto tendrás la prueba. Si bien son muy buenos para el día a día, ninguno de los dos me da alegrías de vivir. Desde que voy con ellos al trabajo, a los recados, me he vuelto un poco taciturno. La vida perfecta es aburrida, tenlo claro.
Al aparcar el scooter de 125 al lado de mi nave, un camión de reparto de Amazon asiduo a aparcar en mi vado tenía dificultad para descargar. Espera te lo retiro le dije gentilmente. Ah! es tuyo, ¿pero es muy moderno para ti no?. Total, tiene freno de disco delante y detrás. El chico que reparte se quedó mirando y casi por compromiso me dijo: es bonito. Yo no sabía que decirle.
Insisto hasta la pesadez, que uno de los motivos por lo que decae la afición a sacarse carnets, comprarse coches o motos, es la falta de escuela en cuanto a modelos a temprana edad. Imagina con 14 años, ahora con uno más, el poder comprar esta rabiosa Rieju RS1. Sin duda un ciclomotor brillante, que alegra la vida y crea escuela. Hasta esta moto (había alguna cosa más donde elegir), los buenos ciclomotores de 50 cc eran sobre todo con aspiraciones off road.
Recordamos por ejemplo la Puch Condor, la Rieju Drac de la que hablaremos en otra ocasión, había una legión de ciclomotores para hacer el cabra por el campo. Esta Rieju, vino a dar alegría a los chavalit@s que querían dar guerra en las curvas con mezclas bituminosas. Hablamos de la primera Rieju RS1 que salió al mercado, este modelo se ha mantenido bastante tiempo en activo, a mi personalmente la primera RS1 es la versión que más me gusta de todas.
Pero, no todos los tiempos pasados fueron mejores. Antes que esta RS1, los ciclomotores de 50 centímetros cúbicos también carecían de personalidad, como ahora prácticamente muchas de las motos del mercado. ¿Tendremos que esperar a tiempos mejores?. Esta Rieju era una moto moto, con aptitudes de 75 e incluso 125, pero limitada por su motor de 49 centímetros cúbicos. Obviamente no corría tanto como sus homólogas de mayor cilindrada, pero su bastidor tipo Deltabox y su motor Minarelli que era brillante para ser un 49cc, hacía que los chavales que la tenían no envidiasen algo más gordo (de momento). Pero no solo chasis y motor, esta Rieju tenía detalles como un depósito con capacidad para tener gran autonomía. Tenía un aforador que te indicaba la reserva de gasolina, todo un lujo reservado a motos y no ciclomotores por aquel entonces. El asiento tenía dos niveles, como las motos deportivas. Bien por el piloto, mal por el paquete. Las estriberas estaban retrasadas para adoptar una "posición de ataque" deportiva. Pero lo que más molaba de esta moto eran sus tubos de escape, salían los dos tubarros por debajo del colín como las motos de competi. Impresionante, ¿te imaginas con un ciclomotor así hoy?
Esta Rieju RS 1, tenía un motor monocilíndrico de dos tiempos que sonaba muy racing gracias a sus dos salidas de escape. También para poner el engrase por separado. El carburador era un Dell Orto con starter, que al apretar al mango, se desactivaba. Es algo genial que en vez de poner o quitar el starter este se quite cuando empieces a subir de revoluciones. El arranque era a pedal, pero la poca compresión de las 50, hacía que arrancar fuera muy fácil. Aunque, como ya sabéis los que tuvisteis estas motos, cada una tenía su truquillo en frio. Este motor refrigerado por agua, llevaba también como novedad, un termostato en la culata para ver la temperatura. Toda una declaración de intenciones.
La aceleración en 100 metros la hacía en 8,49 segundos y consumía menos de 2 litros a los 100 km a una velocidad de unos 45 km/h. Las marchas estaban bien escalonadas, sus cuatro relaciones servían para ir con soltura para ciudad y para apurar trazando curvas en carreteras de montaña. Tenía unas suspensiones algo simplonas, pero teniendo en cuenta la época y el tipo de moto, eran más que suficientes. De hecho, en mis dos scooters de 125 que como te dije estoy probando, la suspensión trasera se confiá a dos amortiguadores simples. Esta Rieju tenía un mono amortiguador detrás.
Montaba unos neumáticos de 16 pulgadas, los frenos eran de 220 mm de diámetro delante y de 185 mm de diámetro detrás, suficiente para parar la moto, aunque había alguna queja con el pedal del freno trasero. Costaba en 1989 unas 214.000 ptas. Esta Rieju RS1, estaba preparada para acceder rápidamente a su mecánica, poder cambiar una bujía. Por aquel entonces la intermitencia no era obligatoria, pero venía con pre-instalación. Sin duda en lo que era brillante este ciclomotor es en las sensaciones que transmitía, de hecho no era raro que con algunas pequeñas modificaciones, las viésemos en algún circuito dando caña. En los años 80 se llevaban mucho las carreras de ciclomotores. A continuación un video, siento la música, donde se ve la Rieju RS1. En esta ocasión le han puesto un escape diferente al de serie, con el ganas potencia, pero tenías que quitar los tubarros del colín, que quedan fetén.
Hoy, como todos los ciclomotores de la época, es complicado encontrar alguno matriculado. He visto alguna Rieju RS1 bien conservada pero sin papeles por unos 1400 euros. Otra dificultad es encontrarla de serie, sin duda muchos de sus rabiosos propietarios, tardaban poco en ponerle un cilindro de 75 y un Yasuni. Sin embargo, por menos de 2000 euros, que ya es para un ciclomotor de la época, puedes encontrar alguna Rieju RS1 en buen estado y documentada. Puede parecerte caro, pero es el precio de vivir con alegría. Además de trucar la RS1, en los ochenta también apareció la Rieju RST 80, competidora directa de las japonesas. Hablando de motos de 80, mi favorita es la Cagiva Prima. Hablaremos de ella.
Ver la galería completa en Diariomotor
Continuar leyendo...
Fuente de la noticia : https://www.diariomotor.com