10 calas de ensueño a las que puedes llegar en moto

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Y es que hasta las calas más escondidas tienen problemas de aparcamiento. Algo que no nos afecta a los amigos de las dos ruedas. Así que hemos hecho una pequeña gran selección de las calas más difíciles de llegar (y aparcar) a lo largo de toda la península y las islas. Con especial atención a las Islas Baleares, donde hay una gran concentración de calas y playitas de ensueño. Estas son las mejores 10 calas a las que puedes llegar sin problemas en tu moto, aparcar y olvidarte del mundanal ruido... Aunque, eso sí, el 'paseíto' desde el aparcamiento no te lo quitará nadie:

1. Playa del Cobijeru (Llanes, Asturias)​


No, nos hemos confundido con Gulpiyuri. Menos conocida (y concurrida) que la anterior, nos encontramos, también en el municipio de Llanes (Asturias), la playa del Cobijeru o Cobijero. Se trata de una pequeña playa interior de unos 30 metros sin salida directa al mar (el Cantábrico está a unos 100 metros). El agua pasa a través de los acantilados dejando una calita perfecta para los amantes del 'postureo'. Eso sí, mejor en pleamar: su profundidad máxima apenas supera el metro. A este Monumento Natural solo se puede acceder a pie, tendremos que dejar nuestra moto en un camino, junto a las vías del tren. Desde ahí tendremos que andar unos 350 metros y nos encontraremos con esta maravilla de la naturaleza rodeada de cuevas que merece la pena explorar (con cuidado de la marea, eso sí).

2. Cala Granadella (Jávea, Alicante)​


Una de las playas más bonitas del Levante español. La Cala Granadella o Playa de la Granadella tiene unos 160 m de extensión y se encuentra a las afueras de Jávea (Alicante). Ya te advertimos que Cala Granadella suele estar muy concurrida, pero su belleza es incomparable, también por las vistas que hay desde el mirador antes de bajar. La carretera de acceso y el párking de Cala Granadella se suelen llenar de coches desde bien temprano, por lo que ir en moto es más que recomendable. El acceso a la playa es bastante sencillo y, una vez allí, nos encontraremos una playa rústica de cantos rodados blancos y aguas cristalinas donde hacer snorkel es casi obligatorio.

Un verdadero paraíso de difícil acceso… Y aún así, siempre esta lleno. Cala Rajá se encuentra en pleno Parque Natural de Cabo de Gata (Almería), por lo que su acceso es, cuanto menos, bastante rústico. El camino de acceso es muy complicado, por lo que en moto nos evitaremos más de un disgusto. Aún así ten cuidado con los baches y cantos rodados. Una vez lleguemos al segundo párking (no pares en el primero), no nos llevará menos de cinco minutos llegar a Cala Rajá. Eso sí, mucho cuidado con la bajada porque hay un gran desnivel. Una vez en la playa veremos que tiene 120 metros de longitud y que los acantilados que la flanquean la resguardan totalmente del viento de la zona. La arena es fina y el acceso al agua es gradual y sencillo. A la derecha podemos ver el llamado arrecife del Dedo (también conocido como El Dedo de Dios)… Y si llevamos gafas de buceo podremos contemplar un sinfín de bancos de peces en sus aguas azules. Simplemente perfecto.

4. Cala del Cañuelo (Nerja, Málaga)​


Situada en los alrededores de Nerja (Málaga), la Cala el Cañuelo o Cala del Cañuelo es uno de esos rincones casi desconocidos que aún quedan en el litoral malagueño. Se encuentra en el paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo y se trata de una playa en la que podrás aparcar tu moto sin problemas en el párking que hay en lo alto y relajarte mientras bajas caminando… O lo haces en el bus que te lleva hasta la misma playa (2€). Una vez allí, descubrirás una cala casi secreta de arena y grava (no olvides los escarpines) en la que el snorkel y el buceo son actividades de lo más recomendables por sus aguas cristalinas. Y si tienes suerte podrás toparte con el coral naranja, pero ten cuidado porque es una especie vulnerable. Su longitud, de unos 350 m, hace que tengas sitio de sobra para colocar tu toalla, tienes servicios, duchas, chiringuito y vigilancia y además está poco concurrida... ¿Se le puede pedir más a una playa?

5. Playa de El Cañuelo (Tarifa, Cádiz)​


No confundir con la anterior, porque en este caso nos vamos hasta Tarifa (Cádiz) a descubrir El Cañuelo. Se trata de una de las escasas playas que aún resisten la acción humana en el ecosistema dunar de Tarifa. Tras un frondoso bosque de pinos y sin ninguna construcción a la vista, se encuentra una playa larguísima y de fina arena blanca. El acceso a la Playa de El Cañuelo es un tanto complicado, pero el esfuerzo merece la pena. Primero hay que ir en dirección al Faro de Camarinal y, poco antes de que lleguemos, encontraremos un pequeño aparcamiento en el que no será complicado encontrar un hueco para nuestra moto. Después nos tocará ir andando (mejor con calzado cómodo) durante media hora siguiendo las indicaciones hasta un búnker abandonado. Desde allí podremos ver la playa, prácticamente virgen y salvaje, sin servicios disponibles… Pero casi a nuestra entera disposición. Y es que sus 800 m de longitud y 35 de ancho nos dejan espacio más que suficiente para los aventureros que llegan hasta aquí. ¡A disfrutarla!

Viajamos hasta las Islas Baleares para conocer una de las calas más conocidas de Ibiza... Y difíciles de llegar. No tanto por su acceso, que es bastante cómodo, sino por el párking, que siempre está lleno. La alternativa a evitar un buen madrugón es, como no, coger nuestra moto y dirigirnos hacia el pueblo de San Juan Bautista, al norte de la isla. Cala Xarraca en realidad son tres calas, siendo la de en medio la de mayor tamaño. En total suman apenas 90 metros y las calitas de los lados suelen ser un paraíso para los nudistas. Su encanto y belleza, a medio camino entre lo rústico y natural, la hacen el lugar perfecto para una sesión de 'postureo'. Mención aparte merece el columpio sobre el agua de Cala Xarraca. Si quieres visitarlo está a unos diez minutos andando, en Sa Punta Negre, aunque ya te advertimos que vas a estar un buen rato haciendo cola...

7.Cala D'es Talaier (Menorca)​


Nos trasladamos ahora hasta Menorca para buscar una cala a la que podamos acceder sin problemas con nuestra moto... Algo que es casi obligado en esta pequeña isla, y es que las motos y scooters son mayoría en Menorca. Si tenemos que decidirnos por una cala de la isla nos tenemos que decantar por Es Talaier o cala D'es Talaier. Una calita pequeña y apartada en la que, eso sí, suele haber bastante gente. Para llegar a ella solo tendremos que dirigirnos con nuestra moto en dirección al párking de la playa de Son Saura o bien al de Cala Turqueta. Desde cualquiera de los dos nos espera un fácil paseo de unos 15 minutos para llegar a Es Talaier. Allí nos sorprenderán tres cosas: su pequeño tamaño (apenas 20 metros de largo), la pureza de su entorno (es una playa virgen)... Y su belleza superlativa. No te arrepentirás de haber venido. Ah, y acuérdate de llevar las gafas de snorkel.

8. Sa Calobra (Escorca, Mallorca)​


Quizás la ruta en moto hasta Sa Calobra sea todavía mejor experiencia que plantar la toalla en esta paradisíaca y escondida cala de Mallorca. Y es que para llegar tienes que atravesar toda la Sierra de Tramuntana y después disfrutar de una interminable sucesión de curvas hasta bajar a esta cala formada por el pequeño arroyo de Torrent de Pareis. El párking que hay se llena bien pronto, por lo que un paseo en moto nos ahorrará del disgusto de que no haya plazas libres. Desde el párking hay un paseo de unos 15 minutos hasta la cala de Sa Calobra que puedes hacer hasta con chanclas. Una vez allí solo tienes que buscar un hueco (en primera línea es casi imposible), disfrutar de la belleza de sus aguas turquesas... Y envidiar a los superyates que fondean allí.

Nos vamos ahora hasta Manacor, en el sureste de la isla de Mallorca, para llegar en nuestra moto a la impresionante cala Magraner. Y es que, como podemos ver en la foto de arriba, se trata de una calita entre unos imponentes acantilados de pared casi vertical (mucha gente practica escalada aquí). Se trata de la cala más lejana de las cuatro que hay en las inmediaciones y que forman un conjunto: Cala Bota (el párking está aquí), Cala Pilota, Cala Virgili y Cala Magraner. Al ser la más alejada, es la que menos gente tiene y el paseo apenas son unos 30-35 minutos (imprescindible calzado cómodo). Así que deja tu moto en el párking, date un paseo y presume de calita...

10. Caletón Blanco (Órzola, Lanzarote)​


Nuestro viaje por las islas no podía sino terminar en las islas afortunadas... Nos vamos hasta el norte de Lanzarote para visitar el singular Caletón Blanco. Cierto es que el norte de la isla canaria no es de los más 'playeros', pero en el Caletón Blanco la cosa es algo diferente. La actividad volcánica y la erosión han creado una serie de piscinas naturales de poca profundidad en las que te puedes bañar sin problema en contraste con el oleaje que rompe en la línea costera. Las rocas de lava (restos de las coladas volcánicas) se funden con la arena blanca para crear una zona prácticamente mágica a la que es muy sencillo llegar con una moto, ya que el párking está lindando con la playa. Se suele llenar bastante, algo que sería un problema... De no ser por nuestra amiga de dos ruedas.

Fuente: https://www.soymotero.net/calas-de-ensueno-espana-en-moto-dificil-acceso
 

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