Bueno, seguimos por aquí.
Después de hacer muchísimas prácticas de circulación, finalmente me vi con dominio, soltura y seguridad para presentarme.
No tenía prisa, pues la clave era sentirme seguro.
Por desgracia, acabo de suspender, y reconozco que la culpa es mía 100%.
Sin embargo, es un tanto frustrante puesto que nunca me había pasado esto en circulación.
En un stop, con los nervios, aceleré pero no solté el embrague, con el consecuente rugido de motor e inestabilidad.
Quedé como un aspirante a macarra que no tenía control de la moto.
En fin, la próxima será.
Yo irónicamente pense que iba a suspender por saltarme alguna señal con los nervios, o meterme por donde no debiera.
Pero que me pasara esto por descoordinación, ni me lo planteé jamás, malditos nervios.