LeDrof
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Yamaha XSR 125
Un modelo de estética neo-retro, con detalles de café racer y scrambler (existe una versión especial "Legacy" con llantas de radios). Lleva un motocilíndrico moderno con distribución de geometría variable, ABS, aforador, indicador de marcha... y un neumático trasero claramente sobredimensionado, para lo que es una moto tan compacta, por no decir pequeña.
La semana pasada me fui de ruta con un viejo amigo que lleva un año con este modelo, al que le ha hecho muchas millas de carretera y autovía. Para mi alegría, tuvimos ocasión de intercambiar monturas durante un tramo, con lo que él (motero primerizo) se puso a los mandos de mi Honda Varadero, catando por primera vez un hierro en todo su esplendor... de hecho, catando por primera vez una moto diferente a la suya (y a las antípodas de la suya, en verdad). Yo tuve el placer de subirme a la Yamaha, marcándome un "regreso al futuro", comparado con las maduritas que suelo montar.
Lo primero que me llama la atención, es que la moto es MUY pequeña para mi estatura (183cm). Soy patilargo, y ya sufro lo que es ir en una moto pequeña de cuando monto la Honda CG. En el caso de la Yamaha es mucho más en cuanto a sensaciones (que no en encaje) por el tema de invita (u obliga, en mi caso) a adoptar una postura de tronco tirando a R, y cómo el panel de instrumentos queda tan sumamente bajo y pegado al torso, tu campo de visión prácticamente sólo abarca retrovisores y pura carretera.
Los puños me quedan bajos y bastante pegados al cuerpo, con lo que se cargan muñecas pero poco. El ángulo de cierre del manillar es muy poco, logrando así ese aire cafe racer que tiene junto al faro redondo. Por otro lado, las rodillas se pegan al depósito con una firmeza y comodidad que contrarresta casi totalmente el poco aplomo que logras al agarrar en manillar y estriberas. Y cuidado, que es necesario todo ese encaje, porque la moto monta una suspensión relativamente dura, que junto a la poca distancia entre ejes, peso bajo y sensible dirección, te da la sensación de estar en un rodeo, a la que el firme no esté en buenas condiciones. Cosa curiosa, es que los mandos de pie estaban muy bajos respecto a la estribera, cómo si la moto te estuviera invitando todavía más a adoptar una postura R (geometría imposible en mi caso, por lo de que soy alto). Creo que tendría que ajustarlos más altos para hacer ciudad o rutas reviradas de media-larga duración. Llego de sobra con ambos pies al suelo, y mi amigo (altura normal) también.
Contrariamente, mi colega la usa para hacerse viajazos de un par de horas de autopista, que para mí es la antítesis de su terreno natural (curvas ratoneras o entorno urbano, en ese orden). Claro que tras montarse en mi Varadero, ha entendido la importancia de la suspensión y la postura (y obviamente ese asiento de sofá que lleva) que marca la diferencia entre motos diseñadas para usos concretos.
Tema conducción... si os digo que estuve los primeros cinco minutos de ruta con ella sonriendo, literalmente, os hacéis a la idea. Esa un poco cómo coger el motor y control que tenía con la Rieju Strada, y ponerlo en el chasis de la CG:
Una maldita pitbike para carretera
Tanto el acelerador cómo el freno, pura mantequilla. La dirección se movía con sólo pensarlo. De hecho, ahí disfruté de tumbar la moto con sólo desplazar el peso de mi cuerpo, y toque de contra-manillar, y es que al mantener el centro de gravedad muy bajo, la moto invitaba a ello. El asiento no es muy grande, ni especialmente blando, pero correcto. Los espejos cumplen bien su función. El cuadro, al ser digital y no llevar cúpula, no es de lo mejor cuando le da el sol (pero se ve mejor que el de la Rieju, por ejemplo).
Lógicamente, se me hizo raro el cambio por la diferencia de relaciones y el no poder cambiar "de oído" por no conocer la moto, pero la verdad es que responde bien al acelerador a poco que se tenga en cuenta que estamos manejando un monocilíndrico de baja potencia (puño progresivo en bajas y medias). La geometría variable no es muy notoria, salvo en las recuperaciones cuando se pide chicha con el motor en medias. Supongo que han afinado bien de centralita para que tenga un comportamiento más o menos lineal, especialmente en altas, de cara a poder mantener buenos cruceros en vías rápidas, ayudada por esa sexta marcha. No hubo ocasión de ponerla a "alta" velocidad, pero me consta que tira bien, sobre todo viendo la velocidad en recta que llevamos cuando nos movimos por carreteras aburridas. El poco tiempo que tardó el compañero en llegar al punto de encuentro para el desayuno desde que avisó que salía, lo corrobora. Los frenos, muy decentes para la poca envergadura de la moto. Tampoco tuve que hacer una frenada de emergencia, así que no probé, por respeto a la burra ajena, el ABS.
Tema confort y equipaje, es una moto con un pequeño hueco bajo asiento (lo normal para una naked, para llevar los papeles y bridas de rigor y... unos pañuelos, las gafas de sol o guantes de verano (a elegir una de las tres, no cabe todo). Asiendo del acompañante tirando a pequeño, a falta de probarlo (no apetece arrimar cebolleta y menos con el calor ). Subjetivamente, lo que me fallaría en caso de tener una, es que no tiene opción fácil para ponerle baúl o maletas rígidas (si existen implementos para las cilindradas superiores del modelo). Aún así, mi sufrido colega está descubriendo la fe verdadera y se acaba de agenciar unas maletas textiles, que realmente quedan bien a la moto, que tampoco se resiste a ello, ya que el escape queda relativamente bajo. Un escape de serie que, por cierto, emite un sonido de una calidad bastante decente.
Comentar que no lleva caballete central, renegando del segmento de la moto ligera urbanita que tanto abunda hoy en día. A pesar de ser retro, el concepto neo hace que el fabricante haya optado por darle a los plásticos el acabado negro mate, que personalmente creo una cagada que lo apliquen también a la versión "Legacy".
En conclusión: me ha parecido una muy buena moto para divertirse y hacer rutas de curvas. También para entornos urbanos y rondas rápidas, que no requieran trayectos largos ni equipaje. Si buscara comprar un dispositivo de felicidad máxima, sin duda este modelo estaría entre las primeras opciones.