Pues porque el espacio y el tiempo son relativos. Mientras el tren avanza y los árboles se dejan atrás aparentemente rápido, Manolo va con su mujer y su suegra de camino a Zaragoza porque una prima de su mujer se casa el dia siguiente. Manolo ve los árboles a toda hostia por la ventanilla, pero su suegra le está dando la matraca sin parar por un sofá granate que compró el otro día y que, según ella, no pega con las cortinas nuevas del salón, esto hace que a Manolo el viaje le parezca eterno. Esto lleva a pensar a Manolo, "si estrangulo a mi suegra con la bufanda de mi mujer... ¿Llegaremos antes a Zaragoza?" Obviamente no, pero se le haría el viaje mucho más ameno y corto.
Otra opción que baraja Manolo es tirarse por la ventana del tren, pero el castañazo muy probablemente, frenaría el tiempo en seco acabando con la relatividad subjetiva del propio Manolo.
Conclusión? Manolo fue a la boda, mamó como un recién nacido la teta de su madre y se volvió pa casa con su mujer y su suegra, ambas calentándole la cabeza porque mamadisimo en la boda se puso un sobrero de vaquero y se subió a caballito sobre la yaya Eusebia al grito de "CORRE COMO EL VIENTO, PERDIGÓN!" y le reventó la cadera a la vieja. Así que el viaje de vuelta se le hizo mucho más largo.
#TodosConManolo